lunes, 12 de abril de 2010

Paz-Ciencia.

Mi amiga Ester llevaba una bufanda muy chula el otro día con un punto parecido a este, le dije que me gustaba mucho y me dijo: es muy facil es punto bobo todo el rato.

Me fuí a casa pensando que como nunca tejía, pues que ahí iba a quedar la cosa. Pero no, el destino me tenía una sorpresa guardada y yo la aproveché.


Tenía en el coche una cesta para hacer una escena lanera en el espectáculo de fin de trimestre, con una madeja de lana y cachemir muy chula comprada en la calle Cestería, unas agujas pequeñas pero muy gruesas de "La finestra" en Godella, y de repente un número de horas de espera mientras a mi padre le atendían en urgencias. Yo no tejo, porque no sé, claro. Pero en pro de la paz, decidí echarme al punto, y pasar esas horas como Penélope, para no discutir con los impertinentes de algunos empleados de la Seguridad Social. De esta manera, lana en mano, pude agradecerle a los que amablemente nos ayudaron a entender qué pasaba, y a pasar el tiempo con los que esperando estaban. Acabé llena de pelitos de cachemir, y mi padre en casa sintiéndose muy bien. ¿Qué más puedo pedir?



Este es el final feliz de mi ciencia de la paz.




3 comentarios:

  1. No esta nada mal para ser lo primero que tejes!.
    El fin de tejer es eso, tejer, relajarse y no pensar en nada.
    Espero que lo de tu padre no sea nada.
    Besos
    Merche

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  2. Pues está muy bien!
    Espero que tu padre se encuentre bien.

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  3. Muchas gracias bonicas, por el comentario y los buenos deseos. Mi papi está bien ya, gracias

    Nos vemos pronto
    un beso
    gema

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